Mundo siniestro de
vieja coherencia,
barca de novedades ya
oxidadas,
hijos autómatas en su
herencia,
una podredumbre
acomodada.
Vacío, un Dios me
exige, me quita,
el silencio, aturde,
me ensordece,
el destino, sin
venganza se desquita,
y mi espíritu rebelde
que obedece...
La inocencia desvanece
con la lluvia,
el sentido que sujeta
y me esclaviza,
el sentir no es nada
claro, agua turbia,
caminado como ciego en
la cornisa.
Se suceden horizontes
sin ocasos,
soy un número, un
robot, una variable,
mis ideas tienden a
bienes escasos,
y mis sueños a algo muy
poco confiable.
Libertad, un concepto
tan abstracto,
utopía, que reine la
imaginación,
es un réquiem que lo
pienso y lo redacto,
agonizan el deseo y la
pasión.
La estupidez heredó el
reinado,
de la obscena sociedad
prostituida,
la ignorancia, como un
campo minado,
acorrala la razón
destituida.
Pira funeraria, los
valores,
huecos, todo por
redefinir,
sentido, intensidad y
sabores,
lo que fue, el
presente y el devenir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario