sábado, marzo 17, 2012

viernes, marzo 16, 2012

Mundo...





Mundo siniestro de vieja coherencia,
barca de novedades ya oxidadas,
hijos autómatas en su herencia,
una podredumbre acomodada.

Vacío, un Dios me exige, me quita,
el silencio, aturde, me ensordece,
el destino, sin venganza se desquita,
y mi espíritu rebelde que obedece...

La inocencia desvanece con la lluvia,
el sentido me sujeta y me esclaviza,
el sentir no es nada claro, agua turbia,
caminado como ciego en la cornisa.

Se suceden horizontes sin ocasos,
soy un número, un robot, una variable,
mis ideas tienden a bienes escasos,
y mis sueños a algo poco confiable.

Libertad, un concepto tan abstracto,
utopía, que reine la imaginación,
es un réquiem que lo pienso y lo redacto,
agonizan el deseo y la pasión.

La estupidez heredó el reinado,
de la obscena sociedad prostituida,
la ignorancia, como un campo minado,
acorrala la razón destituida.

Pira funeraria, los valores,
huecos, todo por redefinir,
sentido, intensidad y sabores,
lo que fue, el presente y el devenir.